Una playlist para cachones (volumen 2)

Una playlist para cachones (volumen 2) - sebasareiza.xyz

 

Bienvenidos a la segunda entrega (de cuatro) de esta playlist para cachones. La primera parte dejó algunos comentarios positivos -se los agradezco resto- y espero que esta no sea la excepción. La segunda edición viene más cargada todavía: un tipo que tenía tanto de genialidad como de machismo, una que reivindicaba el feminismo antes de que se pusiera de moda, una de las orquestas más reputadas del continente y uno de los mayores exponentes de la música para pelaos maricas. Todos coinciden en haberse nutrido del cacho como fuente de inspiración.

 

Una playlist para cachones (volumen 2)

 

 

 

Dejala – Diomedes Díaz:

El Cacique de La Junta es un tipo tremendamente sabio, principalmente si omitimos la parte donde su compañera muere en un apartamento de Bogotá y aparece tirada en una zanja cerca a Tunja. Aquí vemos un ejemplo más que claro de persuasión efectiva. Empieza aconsejando a su amigo sobre su relación, haciéndole ver de buena manera que esa mujer no le conviene y él lo quiere ver bien. Esa maldita bruja nunca lo ha querido y le tiene la vida hecha mierda, ningún hombre quisiera a alguien así.

Llega un momento en la vida donde todo amigo que se precie de serlo debe ponerle los puntos sobre las íes a ese hermano de la vida que está errando el camino. Es duro, pero es necesario. Diomedes, cual Jesucristo guajiro, sabe cuando uno de sus discípulos miente. Y ahí sale su carta trampa: él está saliendo con la mujer de su amigo. Es inmolarse con una mala mujer para salvar de las penurias a su amigo. Cualquier ser malintencionado podría pensar que Diomedes le hizo un Icardi. Perdónalos porque no saben lo que dicen.

Recomendación: tengan amigos como Diomedes y traten de ser como Diomedes. Omitiendo también lo de drogarse, eso sí. Mejor tómense una Águila.

 

Tarde lo conocí – Patricia Teherán:

¿Qué tan ingeniosa y a la vez cachona debe ser una canción para que en los pueblos de la costa la llamen “la quitahombres”? La Diosa del Vallenato, en su fugaz paso por este valle de lágrimas, nos dejó una joya musical que viene bien a colación a partir de las reivindicaciones feministas actuales. ¿Por qué la infidelidad en los hombres se ve como un mero desliz y en las mujeres se ve como una mancha en el honor? Ella lo resuelve fácil: respeta la relación matrimonial del tipo pero reafirma su empoderamiento como mujer mandándolo a la casa descremado de todos modos.

Ya sé que la infidelidad nunca está bien bajo ningún pretexto. Simplemente digamos que es la contraparte femenina de Señora, donde todos sabemos que Otto Serge quería cantar “la verdad es que a mí celos me dan cuando la veo llegar con ese malparido” pero la disquera se lo impidió. A favor de Patricia está que no lo quiere para un rato, realmente ve potencial en el tipo, se quiere casar con él y aunque lo ve atractivo no lo cosifica. Hasta el vallenato se hizo inclusivo. Aprendan.

Recomendación: ideal si el número de la pretendiente está guardado en el teléfono del señor casado como “Juan Mecánico”. Será cachona pero es digna y orgullosa. En lo posible evitar el ron, ya que puede derivar en que vaya a hacerle escándalo al tipo en la casa.

 

Se parecio tanto a ti – Grupo Niche:

La voz de Charlie Cardona, tan dulce y tan romántica, presente en varios éxitos de la orquesta, disfraza de saudade lo que fue simple y llanamente una noche de reparto intensivo de pene. ¡Encima la culpa es de la afectada por parecerse a la otra! No seas hijueputa. En serio. No sabemos, y tampoco queremos saber, qué relación hay entre extrañar mucho a alguien y ensartarse a la primera que dé papaya.

Como justificación de una infidelidad es quizás la mejor elaborada pero la peor argumentada: tuvo que amarla, sintió la necesidad de entregarse y más o menos cinco minutos después del tercer polvo empezó a pensar si no la estaba embarrando. Un punto a favor: “el nombre llevaban por igual” dice la canción. O sea que si delante de la titular menciona el nombre de la suplente no hay lío. Dibuje, maestro. La mujer lo echó igual pero no se podía quedar sin intentar esa jugadota.

Recomendación: puede ser el Grupo Niche pero esto encaja perfectamente en la categoría de salsa moteluda. Ideal para sacar una ocasional en Los Colores y media de algún cigarro barato. Si hay presupuesto, dos polas del minibar.

 

Tal vez – Paulo Londra:

De la tierra de Gustavo Cerati, Charly García y Fito Páez llega este espécimen a traernos una de las canciones más populares de este año. Ideal si tienes 14 años y la niña que te gusta lleva dos días dejándote en visto. Quizás esta sea la canción menos relevante de la playlist para cachones en la medida que no habla explícitamente de un engaño amoroso.

Sin embargo, su voz de Chihuahua sin desparasitar, sus rimas predecibles y ridículas y su lamento tristón de alguien a quien se comieron y no lo llamaron al otro día, hace que todos pensemos en que antes ser cachón era una tragedia y ahora es un negocio rentable. La única tragedia aquí es un argentino que quiere hablar como boricua.

Recomendación: termine la cartelera de Sociales y luego sí llore escuchando las dos o tres canciones chambonas de este protomacho hecho a punta de payola. Con los años será un lindo recuerdo, cuando estés juicioso en la universidad mientras la nena por la que llorabas vuelve a quedar embarazada de uno de los marihuaneros del barrio.

 

Mañana a la misma hora y por el mismo canal (?), la tercera parte de la playlist para cachones: 69 minutos de sinvergüencería y vagabundina.

 

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