Una playlist para cachones (volumen 4)

Una playlist para cachones (volumen 4) - sebasareiza.xyz

 

Este es el último volumen de la playlist para cachones. Después de la primera, segunda y tercera entrega, llegamos al final de este recorrido en domingo: el día perfecto para pegarse un pistoletazo en la sien ante la inminencia del reinicio de la rutina. Para cerrar hay cuatro canciones que, posiblemente, sean las más perturbadoras: una que amenaza con feminicidio, un tipo que para ver a su mujer tiene que sacar ficho como para pedir cita prioritaria en la EPS y un extraño nexo que conecta a una de las bandas legendarias del rock en español con un reggaetonero y un cantante de bachata. Vamos allá:

 

Una playlist para cachones (volumen 4)

 

 

 

Entre rejas – Lisandro Meza:

La típica canción que en su tiempo era normal pero que si se estrenara hoy día implicaría sanción social y quizás cárcel por incitar a agarrar a una mujer y usarla de saco de boxeo. Y bueno, tampoco podemos esperar mucho de un tipo que está preso. Eso no le da derecho a la mujer a jugársela, pero si esto fuera un juicio ese sería una atenuante del delito: ella después de todo es humana y también necesita algo de rumba samba mambo. En cambio él, tan humano como ella, tiene apenas dos opciones para desfogar: una revista Cromos que muestra a las participantes del reinado de 1992 o dejar caer el jabón en la ducha.

El caso es que un preso en Colombia está sometido a todo tipo de tratos vejatorios pero nunca está incomunicado (hay presos que te mandan mensajes de texto al celular diciendo que ganaste un carro). Seguramente tenía contactos afuera que le indicaban que había un tercero yendo a su casa a horas no adecuadas. Y quizás esa fue la primera vez que nuestro presidiario de turno se arrepintió de haberle robado la cartera a esa viejita. Seguramente si hubiera cometido otra serie de delitos, como chuzar teléfonos de opositores, matar campesinos y hacerlos pasar por guerrilleros o robarse cientos de millones de pesos de una obra pública, estaría en su casa evitando ser engañado.

Recomendación: acá tenemos un complejo árbol de decisiones. La primera opción sería no tener pareja. Si decides tener pareja, procura no cometer delitos. Si decides cometer delitos, procura pertenecer al Centro Democrático.

 

La cita – Galy Galiano:

Hay gente que está mal, que está muy mal, que está perversamente mal, que está en la hijueputa olla y, después de todos ellos, está el protagonista de esta canción. Este tipo es la playlist para cachones encarnada. El argumento de esta canción es un hombre está en una relación con una mujer, pero últimamente se han visto poco debido a un inconveniente logístico: ella ha estado ocupada sexando con cualquier persona que cumpla con la condición de no ser su pareja. Es tan cachón contento el tipo que decide dejarle una nota anónima invitándola a un cuarto de hotel.

Y ella va a la habitación del desconocido, omitiendo todos los riesgos que cualquier persona con un gramo de sentido común supondría. Se va encuerando así no más y al prender la luz encuentra a la persona con la que menos ganas tiene de coger en el mundo entero. En el videoclip es aún más gracioso porque Galy está muerto de risa mientras ella corre a vestirse. ¿Cuál era el objeto de toda esta treta? ¿Cantarle sus verdades? ¿Encontrarla en flagrancia para dejarle claro por qué se va? ¿Humillarla o tal vez vengarse? No: hacerlo una última vez antes de irse. Hay gente como Inocencia Van Houten que no puede conocer la dignidad cuando la ve.

Recomendación: mátese.

 

Ella y yo – Don Omar ft. Romeo Santos:

Hermoso ejemplo de por qué no se debe celebrar el mal ajeno si no se quiere para sí mismo. Don Omar le cuenta a su amigo en la barra del bar que estaba viviendo una aventura castigada por Dios, que ambos estaban conscientes del daño que podían causar. Romeo, el mismo que tiene la voz de Julieta, compara el romance indebido de su amigo con su propio matrimonio. Y como más que amigo es compinche, su actitud es totalmente alcahueta: lo impulsa a seguir adelante ya que el amor tiene que vencer. Después de varios tragos y después de haber cogido impulso durante mucho rato le suelta el bombazo: su esposa y su amigo le estaban pegando los cachos en algo que cínicamente llama «confusión».

La respuesta de Romeo es legendaria y cualquier persona nacida a mediados de los noventa se sabe la letra tal como si fuera el padrenuestro: Que te perdone Dios, yo no lo voy a hacer… El final de la canción nos da una imagen de lo ingenuo que era el tipo, diciendo que quién sabe cuántos hoteles ensuciaron (si supiera las cosas que se encuentran en los cuartos de un motel después de una ocasional se infarta). Y mientras su ex-amigo se quiere hacer el harakiri, el cachón nos da a entender lo descarado que es: dizque es quien más sufre con todo esto. Que vaya y coma mierda.

Recomendación: ¿qué puede ser más doloroso que ser engañado por tu mejor amigo? Debe ser de las cosas más dolorosas del mundo. Pero con el tiempo te irás curando y te darás cuenta que hiciste todo ese llanto por nara, que ahora eres una chica mala.

 

Amiga mía – Los Prisioneros:

Es probable que después de esto mi novia me asesine, pues le dediqué esta canción. Y es que la canción es hermosa, pero tiene una historia detrás que es lo suficientemente turbia como para que valga la pena incluirla en esta playlist para cachones. Como sabrán, Los Prisioneros fue una banda de rock chilena compuesta por Jorge González (vocalista, compositor y bajista), Miguel Tapia (baterista) y Claudio Narea (guitarrista). Para hacer corta la historia: Jorge se estaba comiendo a la mujer de Claudio.

Lo verdaderamente turbio del asunto es que en medio de diversas desavenencias entre Jorge y Claudio desde lo artístico y lo personal, salió el álbum Corazones -que incluye esta canción- al tiempo que se destapó la relación clandestina de ambos. Como resultado de esto, todo el álbum, TODO, está repleto de insinuaciones de Jorge a la mujer de Claudio. ¿Se imaginan algo más enfermo y sádico que eso? Yo no. En cualquier caso, si no me creen, la historia es extraída de Mi vida como prisionero. Recomendado libro para los amantes de la banda como yo.

Recomendación: sonará mucho a post de instagram de Mattelsa, pero ahí está la importancia de cortar de tu vida a la gente tóxica. Lo siento Jorge, músicalmente te amo, pero qué gonorrea de tipo.

 

Aquí termina, oficialmente, la playlist para cachones. Fueron 4 artículos y 69 minutos de decadencia.

¡Gracias a los que leyeron de inicio a fin! Sobra decir que no se incluyeron muchas canciones de manera deliberada: toda la música urbana y gran parte de la música popular actual se basan en cómo un pendejo con plata tiene más derecho que otro a estar con una mujer. De igual manera, prácticamente todo el vallenato llorón de las últimas dos décadas se queda afuera por la misma razón. Si tienen alguna sugerencia que se haya escapado de esta selección, mándenlas por si, en un futuro y si es necesario, agrandamos la playlist para cachones.

 

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