Radio para sordos

Aclaración necesaria previa a toda esta carreta: No estoy de acuerdo con la dirigencia actual de Nacional y, de hecho, me jode un poco defenderlos. Sin embargo, pienso que la dinámica en redes hace que todos incineremos cada cosa que hace o dice alguien que no nos cae bien... bueno, incinerar en sentido figurado, porque se sabe que poco de lo que pasa en redes trasciende a lo real. Habiendo aclarado esto, empecemos:

Desde que llegó la nueva dirigencia, todo en Nacional ha sido un desmadre: la salida de De la Cuesta y Rueda por motivos no demasiado claros, la llegada de un DT con muchos descensos y cero títulos, la desbandada de jugadores (algunos se fueron por la de atrás sin razón aparente), la cifra casi nula de refuerzos y los precios de los abonos. ¿Hay razones para enojarse? Sí, obvio, como hincha y cliente (cliente: toda persona que paga por un producto o servicio de una empresa, en este caso Nacional) me siento irrespetado. Sin embargo, y tal vez lo que más molesta, es que no hay información clara.

Por eso la gente está enojada y disparando a todo lo que se mueva. Hay indignación y es evidente, porque este semestre (al parecer) Nacional está lejos de los 26.000 abonados del semestre anterior. Así mismo, algunos periodistas y medios aprovechan para pescar con dinamita: los de afuera buscan desestabilizar, los de acá defienden sus intereses y negociados. Es una situación compleja, sin duda. En el medio de todo ese bochinche, ocurrió algo: la dirigencia decidió cerrar la transmisión oficial.

¿Un equipo que se dice grande no tiene transmisión oficial para los partidos? Parece mentira. Sin embargo, no es la gran tragedia que muchos quieren hacer ver en medio de su enojo. En realidad, es una medida entendible aunque no justificable. ¿Por qué es entendible? Aquí las razones:



1. El argumento que dio la dirigencia es que "se están evaluando las necesidades de los canales informativos del club". Y eso puede ser algo muy bueno (van a cambiar todo lo que hay por algo mejor) o algo muy malo (van a quitar todo lo que hay y no van a dejar nada). Eso lo sabremos luego, depende de hasta qué punto llegue la "austeridad".

2. Pónganse la mano en el corazón. ¿Alguno realmente escuchó alguna vez la transmisión oficial? ¿Alguien que no sea periodista o cubra al equipo me sabe decir sin googlear el nombre del comentarista? Y no quiero con esto desacreditar a la gente que trabajó allí, seguramente sean buenos profesionales. El caso es que no tenía nada de diferente a la transmisión de Múnera Eastman, Antena 2 o La Voz del Chachafruto, producto de una falta de planeación general del equipo en tanto a comunicaciones.

Mucho gusto, les presento.

3. Por ejemplo, tuve que googlear para saber por qué radio salían. El resultado: Radio Red, 710 AM, lo que hasta hace años era Súper. Esto supone dos problemas. El primero es que ningún aparato tecnológico medianamente reciente tiene radio AM: lo invito a que revise su celular o, incluso, su equipo de sonido. El segundo es que RCN tiene a Radio Red como desvare, debido al cierre de la ya mencionada Cadena Súper.

Resulta que Súper, hasta hace una década, era una red de emisoras que cubría todo Colombia. Sin embargo, y debido a diversas razones, le entregó en "arrendamiento" la mayoría de sus frecuencias. Ese "arrendamiento", con el tiempo, se convirtió en "ahí les dejo ese mierdero". Fruto de esto, RCN le pone más atención a las emisoras que le dan mayor sintonía (la básica, Antena 2, El Sol, La FM...) y los demás espacios los reparte al garete.

Pequeña anécdota: gracias a un profesor de la U estuve hace años en un programa de Radio Red haciendo una pasantía. Ninguna empresa había pautado en ese espacio y la única cuña que sonaba pedía la libertad para Luis Alfredo Ramos. Lógicamente, los niveles de audiencia eran bastante modestos. ¿Era acaso la transmisión oficial un fenómeno de audiencia que movía masas? Complicado pensar eso.

Así muy brevemente, esto es lo que debería contener una estrategia de comunicación.

4. Supongamos que usted se dedica a vender un producto. Además, tiene claro que mucha gente gusta de su producto. Sabiendo esto, ¿es lógico que se dedique a complicarle la vida a sus clientes? ¿Cierto que no? En un mundo hiperconectado como el que vivimos, la gente no tiene que ir al medio de comunicación sino a la inversa. Cada quien, teniendo la oferta, escoge el medio de comunicación de su preferencia. Si la transmisión oficial es difícil de encontrar y, además, no tiene nada fuera de lo común, no va a generar audiencia. Y parece que eso fue lo que ocurrió: un medio que no se adaptó a las necesidades actuales.

5. El último problema, de todos el más grave, ya lo mencioné arriba: no parece haber una planificación del uso de los medios. Sé de primera mano que en el departamento de comunicaciones hay gente con ganas y capacidad de trabajar, pero sea por condiciones presupuestales o por la corta visión de negocio de algún dirigente, no se aprovecha el potencial. Primero que todo, recordemos que todo hincha de Nacional es un cliente así suene feo: nosotros pagamos por un servicio (ver partidos dentro del estadio) y por productos (camisetas, por ejemplo).

Si yo quiero comprar una camiseta de una tienda, escribo para preguntar detalles que necesito como consumidor: tallas, costos de envío, promociones. Así mismo, si yo quiero contratar o modificar un servicio, voy a llamar a una línea donde me van a convencer de comprar y, si la atención es buena, me van a ayudar a elegir con base en mis necesidades. ¿Qué pasa con Nacional? Hay una cuestión pasional. Si una tienda de facebook no me atiende bien busco otra, pero si en una Tienda Verde me atienden mal no voy a ir a Universo Rojo. Me aguanto, y por aguantarnos es que terminamos recibiendo agravios como hinchas-consumidores.

Ya sé que estoy metiendo cosas de mercadeo acá, pero sin comunicaciones no hay mercadeo. Están estrechamente ligadas. Cualquier persona que haya montado un negocio lo sabe: puedo hacer los cupcakes más lindos de la ciudad, pero si nadie los conoce nadie los va a comprar. Una buena campaña de comunicación logra ambas cosas: hace que el hincha-consumidor se sienta valorado y, de paso, vende. Una cuenta de twitter con más de 2.000.000 de seguidores que solo vomite información a destiempo y una que otra imagen es, más o menos, como comprar un Audi para parquearlo en carretera a vender merengones.

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Podríamos seguir días enteros quejándonos y buscándole peros a la relación entre Nacional y sus clientes, pero acá nos referimos puntualmente a la transmisión oficial. Para que vean que no estoy planteando nada imposible, acá hay ejemplos claros de qué se puede hacer para usar ese canal radial de manera efectiva:

5 emisoras de RCN entre el top10.
1. Lo obvio: conseguir un espacio en FM. ¿Es problemático? No, porque RCN tiene 8 emisoras en Medellín que transmiten en FM. Así, se le garantiza la transmisión a ciertos públicos: taxistas, buseros, conductores en general, gente que está trabajando a la hora del partido, gente hospitalizada o presa. Todos ellos tienen el mismo problema: normalmente no tienen televisión ni internet para buscar alternativas.



2. Explorar otros canales: parece increíble que en el sitio web de Nacional dedicaran una imagen y dos o tres párrafos a explicar que en una emisora random del AM daban el partido. Por ejemplo: en el sitio web del Barcelona puedo encontrar los partidos transmitidos en español, catalán, inglés o árabe. Oeste Capital, una radio de Chapecó, emite también por facebook y cubre todos los partidos de Chapecoense (cualquiera sea el torneo, de local y visitante). Leandro N. Alem, un equipo que estaba en la D de Argentina, transmitió su ascenso a la C por YouTube.

Alguien que esté realmente desesperado podría intentar sintonizar alguna radio de RCN vía internet, arriesgándose a usar una de las interfaces de usuario más molestas que he visto en mi vida. Cualquier otra persona desiste y se dedica a otra cosa. ¿Qué mejor manera de reclutar hinchas a nivel mundial (como Botero prometió) que dejarles seguir el partido con toda facilidad?

Un ejemplo de interacción en radio.

3. Cada programa de radio es un mundo, y los que son exitosos tienen su receta propia. En todos hay un factor común: la participación de la gente. En momentos como este, donde la cuenta de Facebook publica cualquier cosa y llueven los hijueputazos en los comentarios, tal vez sea mala idea: eso hace parte de algo llamado Manejo de crisis, cosa que toda empresa que sea seria debe tener en su plan de comunicaciones. Sin embargo, si Nacional crea los espacios adecuados, la gente se amaña. Para leer tweets o mandar saludos hay muchas emisoras. La comunicación hoy día debe ser, necesariamente, interactiva. Y eso aplica para absolutamente todos los canales del equipo.

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Dejaré el tema hasta aquí, porque son las propuestas que tienen que ver en cuanto a la transmisión. La verdad, y aquí peco de pesimista, no creo que el cambio vaya a ser mejorar. Como quisiera que pasara el tiempo y ver que me equivoqué, pero hasta que se acabe la arrogancia de "todo lo que tenga el escudo se vende, no nos importa nada más" va a ser difícil ver alternativas a futuro. En este momento, si hay o no una transmisión oficial parece ser el menor de los problemas. Tener una puede no ser la solución a todos los males, pero es un pequeño inicio. Si eso se llega a dar, entonces la decisión de "replantear los canales" habrá sido un acierto.

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